"Roma está llena de leyendas que lo único que pretenden es engrandecer aún más su historia. Es como si la vieja ciudad dudara de su belleza, y hubiera encontrado en el pábulo un alimento para sobrevivir, un método de rejuvenecimiento" Emilio Calderón

domingo, 20 de noviembre de 2011

LOS DOS TEMPLOS DE VESTA EN ROMA: EL AUTÉNTICO Y EL FALSO

El "auténtico" templo de Vesta en Roma (agosto 2010).

Si hay algo que sorprende en muchas guías turísticas de Roma y también en Google (no hay más que fijarse en las cinco imágenes que ilustran la búsqueda “templo de Vesta Roma), es la supuesta existencia de dos templos dedicados a esta divinidad;  y quizás  con esta breve explicación se justifique el título de la entrada de  hoy , pero el tema merece que abundemos un poco más. Convendrá, pues, empezar por el principio, que es como decir por el Foro.
Vesta era una diosa romana de carácter muy arcaico, que presidía el fuego del hogar doméstico; la etimología de su nombre no es clara, como sucede en la mayoría de los dioses puramente romanos, pero sí sabemos que esta diosa se remonta a la más profunda antigüedad romana y, curiosamente, en el orden de divinidades ella es citada la última, posición que el propio Cicerón justifica en su De natura  deorum  2,67 por ser la custodia de las cosas más íntimas,  a quien en  último lugar se le dirigen el sacrificio y la plegaria . Pertenece, al igual que la Hestia griega, al panteón de las doce grandes divinidades  la mayoría de los autores están de acuerdo en que su culto fue introducido en Roma por Rómulo, quien cuando trazó con el arado el surco del  pomerium,  el límite sagrado  de la ciudad de Roma, una línea imaginaria con definición legal y religiosa que abarcaba un espacio muy limitado (la colina Palatina, pero no el Capitolio), invoca como dioses protectores de la ciudad naciente a Júpiter y a Vesta. Pero esto no deja de entrañar cierta dificultad puesto que su templo, de planta redonda,  un pequeño santuario que conservaba el recuerdo indoeuropeo del hogar de la cabaña, de las antiguas  cabañas del Lacio, no se levantaba en el interior del Palatino, sino en el exterior,  en el Foro romano, fuera de los límites de la ciudad de Rómulo, lo que eran tierras de Roma, pero no era Roma.
La personalidad de Vesta queda un poco difusa; ella es la llama, el fuego que siempre ha de permanecer vivo para que Roma subsista. Pero Vesta es también la Tierra, la tierra que con su virtud germinativa proporciona a los hombres los frutos  y, al mismo tiempo, el fuego que los cocina;  por ello se la relaciona con la confección de platos sencillos, con  los panes  cocidos, con los hornos  y los panaderos. De ahí que, y con esto se confirma una vez más su carácter arcaico, su animal sagrado sea el asno, animal mediterráneo por excelencia, por oposición al caballo indoeuropeo;  no es casualidad que los asnos  hiciesen girar en las tahonas las muelas de piedra pómez para moler el trigo, como todavía hoy nos permiten ver  las panaderías de Pompeya. Y en las fiestas Vestalia, celebradas en honor de Vesta a mediados de junio,  los burros se coronaban con flores y sartas de panes y no se les hacía trabajar.

Molinos de trigo en una panadería de Pompeya (marzo 2011).

 Una leyenda tardía justificaba la elección del asno como animal Vesta porque en un intento de asalto a la diosa por parte de un lujurioso dios Príapo,  este la había  alertado con sus rebuznos, salvando así su virginidad; y es que  Vesta es una diosa virgen,  que permaneció siempre pura,  como puro es  el fuego y  como el agua viva de fuentes, manantiales  o ríos empleada en su culto.
A su culto estaban dedicadas las vírgenes Vestales,  el único colegio sacerdotal femenino en la antigua Roma;  estaba formado por jóvenes doncellas escogidas  desde niñas de entre las mejores familias de Roma, entre 6 y 10 años y en perfectas condiciones físicas. Una vez incorporadas al templo de la diosa,  servían durante treinta años, obligadas a permanecer vírgenes bajo el castigo terrible de ser enterradas vivas en el Campus Sceleratus , si incumplían este voto de castidad (cosa que en escasas ocasiones sucedió).
Su ocupación fundamental, entre otras diversas, era cuidar del fuego que se guardaba en su templo circular, evitando que se apagase; si esto sucedía la responsable era castigada y el nuevo fuego debería  ser encendido, dicen, con ayuda de la luz solar. Gozaron de extraordinarios privilegios, por ejemplo, el de poder testar y  ocupar el  lugar preeminente en los asientos de honor junto al emperador en el  anfiteatro , y eran tratadas con  absoluto respeto y consideración por todos los ciudadanos; llevaban asimismo una vida de opulencia y comodidad en la Casa de las Vestales”, junto al templo.
Los restos de este auténtico Templo de Vesta pueden verse hoy   al sur del Foro y  de él sólo quedan  apenas tres columnas de estilo corintio elevadas  sobre un podio de planta circular procedentes, seguramente, de su última reconstrucción, ya que el templo fue destruido por el fuego en muchas ocasiones. En él, además del fuego sagrado, símbolo del hogar común de toda Roma, se custodiaba también el Palladium, una veneradísima estatua de madera de la diosa Palas Atenea (la Minerva de los romanos)  que se decía que había sido traída desde Troya por el héroe Eneas, quien  daría origen mítico a la estirpe de los romanos.

Vestal (marzo 2011).



Atrium Vestae (marzo 2011).


















Junto a este templo, aún pueden contemplarse hoy en día los restos de lo que fue el magnífico Atrium Vestae,  la Casa de las Vestales,  un palacio de ochenta y cuatro habitaciones;  en febrero de este año 2011 y después de 20 años de trabajos de restauración, la Casa de las Vestales reabrió sus puertas y, en mi última visita en el mes de marzo yo misma he tenido la suerte, el placer y el privilegio de pasear  por vez primera por el jardín de las Vestales, adornado con estatuas de algunas de ellas que se conservan.
Si, como hemos visto, el Templo de Vesta estaba ubicado desde muy antiguo en el Foro,  ¿por qué he hablado de un “falso” templo de Vesta  en Roma? Abordo la cuestión y pongo así punto final a la polémica.

Templo de Hércules Olivario (agosto 2010).

 En la zona del llamado “Foro Boario”, el antiguo mercado de ganado de Roma, próximo al Tíber y enfrente de la bellísima Iglesia de Sta. María in Cosmedin,  se alza un elegante templo circular, el más antiguo templo romano de mármol conservado; es el “Templo de Hercules Victor o de Hercules Olivarius” dedicado al héroe Hércules por un rico comerciante de aceite, Marco Octavio Erenio,  quien pagó de su bolsillo  todos los gastos originados por  la construcción del templo y se  lo dedicó a este Hércules Victorioso,  protector de los productores  y mercaderes  de aceite. Cuando se construyó, hacia finales del s.II d.C.,  el mármol que se usó para levantarlo era extraordinariamente caro, porque en ese momento todavía  no era posible extraerlo en canteras de Italia  y, por tanto,  era necesario importarlo de Grecia.
Por tratarse de un templo circular, completamente  rodeado de columnas, fue tomado erróneamente por un templo de Vesta y  todavía, persistiendo en el error, se le denomina con ese nombre, incluso en referencias especializadas de arte.   Desde 1132 fue convertido en iglesia, primero como Sto. Stefano alla Carrozze,  y más tarde,  en el s.XVII,  como Sta.  Maria del Sole;  en junio de este año, después de tres años de restauración, se reabrió al público, aunque para mí queda como asignatura pendiente para un próximo viaje.
Una última curiosidad de este templo es la leyenda que dice que, pese a estar en pleno mercado de ganado, ni las moscas ni los perros se atrevían a entrar en él.
Para acabar sólo me quedar expresar el deseo de que este nuevo itinerario por la Roma clásica haya sido del agrado de aquellos que se hayan acercado con curiosidad a esta entrada cuyo título sembraba la duda y espero haber sabido solucionarla adecuadamente.

14 comentarios:

  1. Otro gran recorrido es el que nos has hecho vivir hoy profedegriego, con esta gran entrada. Otros dos puntos que deberé visitar cuando viaje a Roma (puesto que ya es seguro que iré alguna vez en mi vida, no podría perdonarme no hacerlo, por cierto, esto es culpa tuya, jeje ;)).
    Es curioso este punto del caso del templo "falso", pero es algo que suele pasar en el mundo del arte, tu misma has leído la última entada de Miguel Ángel, y yo mismo escribí una entrada de cuadros de grandes artistas que fueron mal colgados durante varios días. Quizás alguna vez se pueda resarcir al pobre segundo templo y se lo trate como el templo que es, en honor a Hércules y no a Vesta.
    Un Saludo.
    Uriel

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  2. Jeje cuando vaya a Roma no solo se dos sitios nuevos que visitar, si no que cuando algún guía nos diga "Observen que bellisimo es el templo de Vesta" podre decir todo orgullos "No señor, es el templo de Hércules Olivero", y quedar como un señor.
    Por cierto me ha resultado muy curioso que Hércules sea el protector (el patrón romano) de los aceiteros.

    Saludos herculeos.

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  3. Pues claro que ha sido de mi agrado y... ha dejado las cosas en su sitio. Excelente artículo. Besos amiga.

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  4. Querido Uriel, me alegro que esta entrada también haya estimulado tu deseo de conocer Roma en directo. Y como es justo "suum cuique tribuere", dar a cada uno lo suyo, pues al César lo que es del César, y a Hércules lo que es de Hércules, en este caso un templo.
    Mil cariñosos saludos, amigo.

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  5. Querido Miguel Ángel, espero y deseo que estas pinceladas de Roma te sean de utilidad en tu no lejano viaje y que entonces puedas poner una puntilla de corrección cuando veas que algo no concuerda con la realidad, aunque el guía lo afirme categóricamente.¡Que se vea que los hispanos somos gente bien informada!
    Con respecto a la consideración de Hércules como patrono de los aceiteros, te comentaré que grande es la vinculación de nuestro héroe con el olivo: su arma más característica es la maza, tallada por él mismo en su primer "trabajo", la caza del león de Nemea, con el tronco de un olivo silvestre. Este león , un monstruo hermano de la famosa Esfinge de Tebas (recordemos a Edipo resolviendo con éxito funesto el enigma que esta le propuso), habitaba una cueva con dos accesos y era invulnerable; grande era el terror que inspiraba puesto que asolaba la región devorando hombres y ganados. Hércules le disparó flechas sin resultado pero, finalmente, amenazándolo con su maza, lo empujó al interior de la gruta y con sus brazos lo ahogó. Con la piel despellejada se vistió y de su enorme cabeza se hizo un casco.
    Espero haber sabido dar respuesta a tu duda y mucho te agradezco que me la hayas planteado; recibiré siempre encantada cualquier sugerencia o cuestión que quieras hacerme tú o cualquiera de mis amables lectores.
    Gracias por estar ahí, amigo, y mil bicos.

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  6. Querido Dlt, gran satisfacción me produce haber dejado buen sabor de boca con esta entrada y, de paso, haber puesto los puntos sobre las "íes"... latinas.
    Muchas gracias por tu visita y tu amabilísimo comentario.
    Mille baci, caro amico.

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  7. De nuevo una entrada preciosa. Has abierto una nueva ventana a la Roma más bonita y me has presentado a una de las diosas que desconocía. Es curioso pero siempre había oido hablar de las vírgenes vestales, del templo de vesta, pero no me había parado a pensar quién fue esa diosa. Descubrir que fue el símbolo del hogar, ahora que para mí la familia y dicha palabra se ha colocado en el centro de mi vida, me ha encantando conocerla. Muchas gracias por presentármela.

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  8. Mi querida Sandra, mucho me alegra haber sabido acercaros a esta discreta diosa que jamás se inmiscuyó en las disputas de los Inmortales y que gozaba en medio de la familia, sentada en los bancos en torno al hogar. También a ella estaban dedicadas las fiestas "Fornacalia", de "fornus", horno, porque también bajo su protección estaban los hornos donde se cocían las hogazas de pan.
    Gracias, Sandra, por tu cariñoso comentario.
    Mil biquiños, cara.

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  9. Añado que las vestales eran más que castigadas: terriblemente castigadas, pues estas jóvenes elegidas de entre las mejores y más nobles familias patricias eran lapidadas si no cumplían sus votos (mantenerse vírgenes durante el tiempo que durara su servicio cultual) o responsabilidades.
    Muy interesante tu entrada para sacarnos del error.
    Un saludo.

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  10. Estimada Negrevernis, fuentes como Plutarco, Valerio Máximo, Tito Livio y Plinio nos han dejado el testimonio de que la Vestal que pecaba contra el voto de castidad era enterrada viva, no lapidada; la lapidación, castigo bíblico bien conocido contra las mujeres acusadas de inmoralidad y tristemente mantenido aún hoy en algunos países musulmanes contra las mujeres adúlteras, consiste en un acto atroz de apedreamiento hasta la muerte, de matar a pedradas.
    Sin embargo, las Vestales que atentaban contra la obligada castidad eran "literalmente" enterradas vivas, con un aparato abrumador, como nos refiere el propio Plutarco: junto a la puerta Colina se construyó un estrecho aposento subterráneo de moderada magnitud, bajo un largo y extenso túmulo de tierra llamado "agger", habilitado a tal efecto con un lecho con cojines, una luz encendida y escasa cantidad de alimentos (pan, miael, agua y aceite); llevada en una litera cubierta por cortinas y amarrada con correas, para que ni su voz pudiese ser oída, la Vestal era conducida al Foro, entre el más profundo duelo del gentío silencioso. Cuando llegaban al sitio, era desatada y el Pontífice Máximo entre secretas oraciones la sacaba, envuelta en velos, y la ponía en la escalera que bajaba a la cámara; cuando la joven había llegado al fondo, se sacaba la escalera y se cerraba el aposento con mucha tierra, hasta que el piso estuviera al nivel del túmulo.
    Espeluznante espectáculo, que da pavor sólo narrarlo; se intentaban así dos cosas, el derramamiento de sangre de la mujer, evitado a toda costa, y provocar una muerte lenta y terrible por inanición, que resultaría ejemplarizante para otras posibles infractoras.
    Siento no haber profundizado más en estas sacerdotisas, centrada, como estaba, más en el tema de la confusión de los templos; prometo que próximamente le dedicaré a ellas una entrada llena de curiosidades, al comprobar el interés que ha despertado en mis amables lectores.
    Gracias, Negrevernis, por tu visita y tu comentario, y espero haber sido de utilidad con mi extenso comentario.
    Mil saludos.

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  11. Mi querida profe, aquí estoy con mi cafelito leyendo tranquilamente tu publicación que me lleva de nuevo de tu mano a sumergirme en la Roma antigua. Yo no tenia ni idea de la diosa Vesta pero ahora gracias a ti voy conociendo mejor Roma. Me resulta curiosa la importancia que se le daba en la antiguedad a la virginidad, a la vez, es horroroso el castigo que recibían si incumplían, se me pone la piel de gallina solo de pensarlo.
    No recuerdo si te comenté alguna vez que Roma es una de las ciudades que me falta por visitar de Italia. Si algún día voy me encantaría coincidir contigo, porque eres la mejor guía del mundo.
    Un besiño mi profe guapa. ( ahora voy a la siguiente de tus publicaciones, que llevo retraso jeje)

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  12. Amiga profedegriego, por fin encuentro un huequecito entre lectura de libro y libro para darme un paseito por tu blog. ¡¡Qué interesante la cuestión que hoy abordas!! Te confirmo que la has resuelto a la perfección, dándonos, además, un completa lección sobre Vesta. Recuerdo que en una clase de Religiones de la Antiguedad todos quedamos pasmados de asombro cuando nos dijeron que a las vestales que se atrevían a romper su promesa de virginidad las podían conducir a una especie de habitación, hecha en el subsuelo, donde se las dejaba morir. Eso sí, para no tener remordimientos de conciencia, las dejaban un vasito con leche y unos panecillos, no se vaya a pensar luego la gente que las mataban de hambre...

    Un abrazo, y perdón por el retraso, pero el estrés universitario, a estas alturas de cuatrimestre, está en su punto álgido.

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  13. Mi querida Jolie, gracias por tu precioso comentario; me hace mucha ilusión saber que mis entradas consiguen ser amenas y, a la vez, aportar información valiosa sobre aspectos más desconocidos de Roma. Y gracias especialmente por considerar la posibilidad de ser para ti algún día una buena guía de la ciudad; sería algo verdaderamente estupendo poder compartir contigo ese viaje. Por lo de ahora ando en preparativos de una nueva visita con mis alumnos y mi magnífica amiga y compañera de Arte (todo un lujazo contar siempre con ella) en este curso; hoy mismo hemos tenido reunión para el tema de fechas y presupuesto. Os mantendré informados de cómo va la cosa y si finalmente lo llevamos a cabo.
    Un bico fuerte también para ti, queridiña.

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  14. Querida C.G. Aparicio, mil gracias por encontrar un hueco en tu apretadísima agenda para pasarte por este rinconcito de Roma y además dejar un comentario; te imagino liadísima con lecturas, trabajos, exámenes... que se acumulan unos sobre otros en este tramo de curso previo a la Navidad. Te deseo mucha justicia y también suerte(que siempre una dosis se precisa)para que se materialicen en unos excelentes resultados y estupendas calificaciones.
    Mil bicos, amiga.

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