"Roma está llena de leyendas que lo único que pretenden es engrandecer aún más su historia. Es como si la vieja ciudad dudara de su belleza, y hubiera encontrado en el pábulo un alimento para sobrevivir, un método de rejuvenecimiento" Emilio Calderón

domingo, 13 de noviembre de 2011

IBAM FORTE VIA SACRA…

Via Sacra con la huella del surco de los carros (marzo 2011)

Si hay una via que vertebra el Foro romano esa es, sin duda alguna, la Via Sacra;  esta arteria principal es el escenario del poema de Horacio cuyo primer verso me sirve como  extraordinaria excusa para iniciar la entrada de hoy: “Iba yo casualmente por la vía Sacra…” (Sermones 1.9). En este famosísimo poema el poeta, mientras camina casualmente por ella, absorto en sus pensamientos, es abordado por un individuo que pronto se muestra como un auténtico pelmazo, un pesado, cuya única intención al entrar en contacto con él es obtener algún beneficio de su amistad.  En un intento de zafarse de este charlatán, pagado de sí mismo, adulador y maleducado, alega que con prisa se dirige al otro lado del Tíber, con el pretexto de visitar a un amigo enfermo; pero todo intento es eso, vano intento. El pelmazo, cuando llegan a la altura del Templo de Vesta, recuerda que tiene pendiente un juicio y solicita la asistencia del propio Horacio, quien, alegando su ignorancia en  temas legales, se escabulle del asunto; sólo la presencia inesperada del adversario judicial del incómodo compañero de viaje librará a nuestro poeta de tal incordio, liberación que se atribuye a la intervención salvadora del propio dios Apolo.
Esta sátira narrativa, conocida con razón  como la “sátira del pelmazo”, es una de las más conocidas y celebradas y, a la vez,  es un exponente excepcional de que el  género de la satira fue una creación genuinamente romana, como bien presumía Quintiliano allá por el s. I d. C. cuando afirmaba con orgullo Satura quidem tota nostra est,  y es que las circunstancias de la sociedad romana ofrecían un campo abonado para la crítica, lo que llevó a exclamar al poeta Juvenal Difficile est saturam non scribere (Satira  I, 30), es difícil no escribir sátira.
Y en esta, como en otra entrada anterior, aprovechando que el Tíber pasa a un palmo de aquí, aprovecharemos la oportunidad que nos brinda Horacio para pasear por la Via Sacra y descubrir alguno de sus lugares más emblemáticos; nuevamente nos encontramos en el corazón de la Urbs, en una calzada de conducía desde el Coliseo al Capitolio, discurriendo al pie del Palatino. Esta calle se convirtió en la vía en torno a la cual se articulaba la vida de los romanos, un abigarrado mundo en donde convergían la vida religiosa de los templos ( el de Vesta, el Antonino y Faustina,…) y las magníficas “basílicas”, como la Julia y la Emilia, lo que hoy llamaríamos “edificios de usos múltiples”,  con funciones de mercado, transacciones financieras, negocios varios y administración de justicia.
Por esta vía discurrieron y fueron celebradas las grandes procesiones triunfales de los generales victoriosos que acudían al Capitolio para agradecer a Júpiter, Juno y Minerva, la “Tríada Capitolina” su benefactora intervención y, al mismo tiempo, a rendirles tributo.  Con toda la pompa y circunstancia los generales romanos  triumphatores exhibían públicamente como trofeo el botín obtenido: joyas, armas, esclavos,  notables cautivos… símbolos del poderío militar romano  y  con un afán de humillación de los vencidos. No me resisto a recomendar el magnífico libro de Mary Beard, El triunfo romano: una historia de Roma a través de la celebración de sus victorias, edit. Crítica, donde se hace un interesantísimo y ameno  estudio sobre el tema.
Para terminar no evitaré hacer una parada en uno de los lugares más interesantes de esta Via Sacra, hoy desaparecido y del que no queda ya más que un mero recuerdo: la Meta Sudans. Junto al Arco de Constantino y próximos  al Coliseo, en lo que en tiempos fue el impresionante palacio de Nerón, se encuentran los apenas visibles restos de una fuente monumental,  cuya forma cónica recordaba una meta de los circos romanos, de ahí su nombre; estas metae o metas eran unos pilares cónicos que remataban el muro o spina que dividía la arena en dos anchas calles por las que corrían las cuadrigas  en el Circo romano (no hay más que recordar la inolvidable carrera de carros de la película Ben Hur). Esta fuente, probablemente construida por los Flavios,  hacía resbalar el agua por sus lados como si sudase (sudans); su estratégica localización señalaba la intersección de cuatro distritos de la ciudad y es por ello que tuvo un papel muy destacado en relación a la Via Sacra.
En 1936 cuando  en su  política urbanizadora Mussolini en Roma acomete la construcción de la Via dei trionfi  con el fin de crear una carretera que bordease el Coliseo,  se llevó por delante los edificios antiguos que no consideraba importantes, entre ellos la Meta Sudans; hoy el viajero de mirada sagaz sólo podrá observar una base circular de piedra delante del Arco de Constantino desde el mirador de la galería superior del Coliseo como huella de lo que fue y ya no es, la Meta Sudans.

La Meta Sudans antes de su demolición

Pasear por la Vía Sacra es un viaje por el tiempo, un recorrido real que exige buenas dosis de reconstrucción virtual; a mí ese paseo siempre me produce un placer inmenso, de reencuentro con el pasado; un poco más abajo del Arco de Tito crecen laureles, y aún un poco más allá unas hermosas glicinias con un letrero con referencias medievales, cuyos aromas disfruto rememorando el verso de Horacio Ibam forte Via Sacra…

Las glicinias del Pórtico Medieval en la Via Sacra (marzo 2011)

17 comentarios:

  1. ¡Qué estupendo paseo hemos dado, hoy, de tu mano, querida amiga! Sólo de imaginarme la Vía en pleno esplendor romano, tan llena de vida... me emociona. ¡¡Quién fuera un ciudadano en esa época y pasase sus horas disfrutando de todo lo que la Vía Sacra le podía ofrecer!! Hoy, nos debemos conformar con admirar sus restos y echar nuestra imaginación a volar...

    Un abrazo!

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  2. Yo tengo pendiente un viaje por la Ciudad Eterna... Muy interesante tu entrada.
    Un saludo.

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  3. Querida C. G. Aparicio, me alegra que hayas disfrutado con este paseo y quiero decirte que comentarios como el tuyo me estimulan y me animan a seguir adelante; un deleite también pienso yo que debe de haber sido poder disfrutar del bullicio de este lugar en su momento de esplendor, cuando las grandes cuestiones mundiales se dirimían aquí. Hoy, lástima, nos quedan tan sólo restos de ese pasado que, sin embargo, saben hablarnos al corazón de su antigua gloria.
    Gracias por tu comentario, amiga, y mil besiños.

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  4. Estimada Negrevernis, es para mí un placer tu visita y tu amable comentario; sé siempre bienvenida por estos lares.
    Espero y deseo que estas pinceladas de "mi Roma" animen a visitarla "in situ" y a disfrutarla sin condiciones; es una ciudad que jamás defrauda y que sorprende no sólo al viajero novel, sino al veterano.
    Te reitero la bienvenida, Negrevernis, y te hago llegar mil afectuosos saludos.

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  5. Gracias a tu entrada parte de mi viaje en bus, ya rutinario a Santiago, se ha convertido hoy en un bello e interesante paseo por la via Sacra!
    Ha sido estupendo, aunque a mi, como persona practicamente analfabeta en lo que a latin se refiere, me ha surgido una duda... cual es la traducción de 'quidem'? :)
    Siempre es un placer hacer un hueco en las ecuaciones y pasarme por aquí :D

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  6. Mi querida Maribel, ¡con qué agrado recibo tu visita y tu comentario! Y siento una profunda alegría de que tu trayecto a Santiago se haya convertido, por obra y gracia de esta entrada, en un ameno itinerario por la Roma antigua, y que así la rutina se haya visto amenizada por la lectura.
    Y es más, con tu aparentemente "analfabeta" duda has puesto el dedo en la llaga, has dado con el "quid" de una cuestión que ha hecho correr ríos de tinta entre los filólogos latinos; porque este aparentemente modesto y humilde "quidem" por el que preguntas no es tan inocente y ha sido motivo de eterna controversia, y me explico. Aunque comúnmente las palabras de Quintiliano se traducen por "la sátira es completamente nuestra", en el sentido de que se trata de una creación genuinamente romana, una exclusiva invención de Roma, el adverbio "quidem" se traduciría aquí por "al menos, por lo menos", de tal manera que la frasecita en cuestión debe ser interpretada como "por lo menos los romanos tenemos una cosa que se puede reclamar como propia y no derivada de los griegos"; se reivindica así la originalidad de aquello que es el único género literario latino autónomo.
    Como ves, mi queridiña "mujer de ciencias", has apuntado con puntería "de letras" a un asunto nada baladí; todo lo cual viene a demostrar que "ciencias" y "letras" no son dos universos opuestos sino todo lo contrario, forman parte de un saber universal llamado "humanismo", por más que la mediocridad de pensamiento de algunos quiera hacernos ver lo contrario.
    Mil besos, mil bicos, mille baci, corazón, de tu amiga-profe.

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  7. Apasionante paseo, como siempre. Recorriendo contigo esa Via Sacra se puede respirar el ambiente y escuchar el bullicio de aquella Roma imperial. Interesante, para no variar.
    Por cierto, leyendo la respuesta a Maribel y tu comentario sobre "ciencias" y "letras" desvelarte que yo en 3º de BUP y en COU escogí ¡ Latín y Matemáticas!

    Mil saludos, maestra.

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  8. He disfrutado mucho con tu artículo y he aprendido mucho también. Resulta curioso que fuera Mussolini el impulsor de un nuevo imperio, quien destruyera parte de lo poco que los siglos nos dejaron del esplendor romano. Un abrazo amiga.

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  9. Un interesante paso, que bien parece valer la pena hacerlo "in situ". De todas maneras, tu relato nos ha hecho vivirlo en persona.
    Una lástima lo de la "Meta Sudans". Pero bueno, aun vivirá en nuestro recuerdo. Hoy, precisamente, vivió en tus palabras, y siempre será parte de la historia romana.
    Un Saludo.
    Uriel

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  10. Gracias por este paseo tan precioso por una de las vías más emblemáticas de la antiguedad. Tres veces he pisado la Ciudad Eterna llevandome conmigo un amor incondicional por la ciudad, pero sin duda con tus conocimientos la fascinación y la emoción han de ser mucho más elevadas. Gracias por compartirlos

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  11. Querido Miguel Ángel, mucho me alegra que este haya resultado un grato paseo con resonancias clásicas y que haya sabido captar, al menos un poco, la esencia de lo que fue en aquel tiempo. Todo el mérito es del gran poeta Horacio que me ha servido de estupendo "cicerone" en este itinerario.
    En cuanto a tu elección en el antiguo BUP, decirte que compartimos el mismo sistema educativo y somos por tanto de la vieja guardia anterior a la ESO; tu elección era y sigue siendo la opción escogida, en particular, por alumnado que desea cursar Derecho en la universidad.
    Mil cariñosos saludos.

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  12. Estimado Dlt, haciendo míos los versos de nuestro Horacio en su "Ars poetica" "Omne tulit punctum, qui miscuit utile dulci", todos los votos se lleva quien mezcla utilidad con interés, me alegro haber conseguido esa difícil dualidad "docere-delectare", es decir, conseguir la función de trasmitir algo ,pero sin separarla en ningún momento del afán de deleitar a mis amables lectores.
    Con respecto a Mussolini, es cierto que en sus campañas de construcción de grandes avenidas en la nueva Roma que estaba edificando sacó a la luz extraordinarios hallazgos, como, por ejemplo, en 1924 los Foros Imperiales con los Mercados de Trajano, que hasta entonces quedaban ocultos por una maraña de casas medievales y renacentistas; pero en otros casos, como el que nos ocupa en esta entrada, sacrificó otros que consideraba de poca entidad, como la base del gran Coloso que se hallaba próximo a la "Meta Sudans", en beneficio de obras modernas más grandiosas. Curiosa paradoja!
    Gracias por tu visita y tu comentario, amigo.

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  13. Mi querido Uriel, ¡ojalá que estos retazos de historia romana sean para ti los prolegómenos de un viaje a Roma no muy lejano en el tiempo! Nadie mejor que tú, un enamorado de la Historia, para paladear y disfrutar su estancia en la Ciudad Eterna. Mientras tanto, gracias por leerme y comentarme.
    Mil besiños, caro amigo.

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  14. Querida Sandra, mil gracias por tu comentario; la verdad es que yo tengo la suerte de verme acompañada en mis viajes a la Urbs de una compañía que disfruta y hace disfrutar a los demás del Arte y mucho he aprendido y sigo aprendiendo con ellos. La más bella ciudad del mundo(al menos para mí) y la mejor de las compañías hacen el combinado perfecto.
    Mil bicos, cara.

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  15. Ayy mi querida profe, que bonito paseo de tu mano por la Vía Sacra y que lástima que metedura de pata de Mussolini si es queee vamos no tiene perdón ;-)
    Muchas gracias por tus palabras amiga, estoy todavía intentando recuperarme del susto y volver a la normalidad. Un abrazo muy grande y besitos.

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  16. Querida profe, ayer dejé un comentario y ahora veo que no está, no salió jooo, menos mal que he vuelto para comprobar así le pongo solución, espero que este si salga.
    Quiero darte las gracias por tus palabras de consuelo, el niño está recuperándose bien y yo volviendo poco a poco a la normalidad.
    Ha sido un placer dar este paseo de tu mano por la Vía Sacra, muy relajante para mí, espero no haber sido una pelmaza jajajaja. Ah y vaya metedura de pata de Mussolini que nos privó de verlo tal cual. Yo coincido contigo en que cuando visito lugares con historia intento situarme en esa época y cuantas veces me gustaría haberlas podido vivir, de visitante claro porque debió de ser duro para algunos a no ser que formaran parte de la clase favorecida.
    Un abrazo inmenso y besines para ti amiga.

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  17. Querida Jolie, ¡qué grato saber que todo va yendo mejor y que tu niño se restablece de día en día! Ya verás cómo todo quedará en un gran susto, pero afortunadamente sólo en un susto y eso es lo importante; mis mejores deseos para los dos.
    Siento que ese primer comentario no saliese; siempre me he preguntado a dónde van los sms, los mails, los comentarios que enviamos y no llegan. Alguien en la "nube" debe de tener una caja entera con todos ellos, ja, ja; ¿los archivará como los romanos en el "tabularium" con la etiqueta de "no leídos"?
    Me alegra saber que en medio de la tempestad esta entrada te haya supuesto un poco de calma y un momento relajante, y hasta hayas podido aspirar el aroma de los laureles y las glicinias. Y tienes razón, no todos disfrutaron de esta época, por ejemplo, los esclavos, objeto de compra-venta como míseras mercancías, sometidos a la caprichosa voluntad de sus amos; pero visto desde hoy, incluso para los grupos más favorecidos de la sociedad de la época, la vida carecía de muchas de las comodidades y avances que hoy entendemos como imprescindibles para el bienestar. Pero un paseíto estaría muy bien para ver todo aquello en su apogeo y esplendor.
    En cuanto a Mussolini, en su deseo de recuperar la gran gloria de la Roma Imperial, tuvo éxito en algunas cosas y erró en otras que le parecieron prescindibles. ¡Una pena hoy para nosotros!
    Te agradezco enormemente que hayas tenido, en medio de estos momentos difíciles, un ratito para visitar y dejar un comentario tan amable y cariñoso en este pedacito de Roma.
    Mil biquiños, cara.

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